Semblanza Armando Velasco Molina
San Bartolo Coyotepec, Oaxaca a 13 de Agosto de 2013
"El agua se va... la arena se queda,
el dinero se va... la bolsa se queda,
el hombre muere, el nombre queda"
Corría el año de 1961 cuando un grupo de niños que practicábamos el beisbol como parte de nuestros juegos infantiles y en un campo improvisado detrás de la Iglesia de los Pobres en la naciente Col. Reforma, encabezados por mi hermano Héctor Velasco Molina y mi entrañable amigo Cutberto Ovalle Ochoa nació el equipo ROJOS DE LA COLONIA REFORMA del cual formaron parte además de ellos Isidro Ordaz, Gerardo y Francisco López, Javier Nuñez, Everardo Trujillo, los hermanos Gerónimo y Porfirio Hernández y como no había liga infantil y no podíamos jugar oficialmente por la edad comenzaron los tremendos duelos contra los niños de los barrios tales como Jalatlaco, Xochimilco, los Príncipes, la Estación de donde surgieron excelentes peloteros que posteriormente dieron brillo a nuestro beisbol.
Nuestro equipo llamó la atención de Don Jesús Moctezuma Flores, quien practicaba la disciplina y en el año de 1963 nos inscribió en la liga Joaquín Amaro, para esto, llegaron al equipo los hermanos Jorge y Mario Sánchez, los primos Raúl y Manuel Moctezuma, Javier Díaz, Luis Cruz Vega, Agustín González, quienes con sus facultades y coraje hicimos prácticamente un equipo invencible ya que en esta primera incursión fuimos campeones a pesar de nuestra edad.
A la edad de 15 años, fui invitado por el señor Gabriel Santillán a su equipo Bucaneros en la Primera Fuerza y a pesar de mi edad me enseñaron que "el talento gana juego, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos", que debemos aprender a trabajar en equipo con la familia, en el trabajo, en nuestra diaria labor, para ganar el campeonato mas importante ¡¡el de la vida!!.
Cuando se hacen las cosas de corazón todo es sencillo, tengo la satisfacción que desde esa incursión mi manera de jugar me hizo ser seleccionado en campeonatos regionales y nacionales, guardo muy gratos recuerdos de managers y peloteros que siempre estuvieron conmigo, cuando ganábamos campeonatos o por un error mío los perdíamos, como no mencionar a personas como Lalo Rustrián, Melquiades Nuñez, Gilberto Ontiveros, Julio Sánchez que eran parte de ese tremendo trabuco llamado Triplay de Oaxaca al cual fui invitado, así como también al equipo Universidad en donde había excelentes peloteros y en donde había que hacer un gran esfuerzo para ganarse un lugar en el line up.
Es muy largo e inmenso el cúmulo de recuerdos en 51 años de andar en los diamantes pero hay un lugar especial cuando en un Campeonato Nacional en la Ciudad de Puebla jugué las 9 posiciones, o cuando jugando para Universidad el tremendo pitcher "el Pollón" Reyes nos blanqueó y los dos unicos hits que permitió fueron los míos.
Pero todo es efímero, lo que me hace reflexionar en este momento inolvidable es lo que me ha dejado este bello y magnífico deporte: me ha enseñado que a base de obediencia y disciplina se obtienen grandes satisfacciones, me ha enseñado que la práctica sana del mismo une a la familia, me ha enseñado que respetar a mis adversarios me hará tener mas amigos, me ha enseñad a ser agradecido porque a pesar de haber tenido varios accidentes todavía participo en algunos partidos, me ha enseñado a jugar en equipo en el deporte, me ha enseñado a jugar en equipo en mi trabajo y en este día inolvidable, yo los invito para que aprendamos a jugar en equipo para ganar el campeonato mas importante: EL DE LA VIDA, y así cuando llegue el momento inevitable todos podamos exclamar como yo lo hago en este momento: "Amé, fui amado, el sol acarició mi faz, vida, nada me debes, vida, estamos en paz"...
Muchas, muchas gracias
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