Mi querida Tercera Fuerza: "Todo equipo tiene derecho a un caballo"
San Bartolo Coyotepec, Oaxaca a 7 de Junio de 2024
Todo equipo tiene derecho a un caballo
¿Ya todo está escrito? Después de muchos artículos míos que nadie lee, es difícil salir con algo original.
He llegado a la conclusión de que es imposible crear temas nuevos cuando no he jugado casi dos o tres meses desde que nos eliminaron por quedar en penúltimo lugar, por lo que me he dado a la única tarea posible: meter cizaña a temas conocidos en la intimidad de la asamblea.
¿Se puede tener a un caballo que excede la fuerza?
- Uno o dos sí.
- Tres o cuatro ya es una sinvergüenzada y de seguro serás finalista.
- Cuatro ya es un atasque y de plano sería gacho que no ganaras la final.
- Cinco o más ya puede subir dos fuerzas mínimo.
Ahora vámonos por partes: Primero definamos “caballo”, luego veamos ejemplos y por último chequemos si es que estos caballos llevaron a la gloria a su equipo o no.
Comencemos:
¿Quién es un caballo? Más allá de su habilidad para correr mejor que ladrón de la central de abastos, macanear más recio que policía a normalista y agarrar la pelota como si fuera pelota de playa, para mí un caballete posee habilidades mentales que lo permitan estar por arriba de todos los demás tales como la concentración en el juego real y que a pesar de las porras adversas, las tentaciones del doping, del ego o de lo que sea, son los beisbolistas imprescindibles que saben qué hacer de manera correcta, en el momento correcto y con la persona correcta.
Otra más es la autodisciplina y la confianza personal que le da una creencia inquebrantable al jugador en sus propias habilidades y entrenamiento, lo que les permite rendir al máximo nivel incluso bajo presión y que se reflejarán a la hora cero.
Una habilidad muy chida para su servidor que no sirve de mucho es el control del estrés y de enojarse sólo con la pelota, la verdad es que es gacho que después de que la regaste todavía te cajeteen como si lo hubieras hecho adrede. Esos caballos no avientan la gorra o el guante al piso después de que el compañero se le va entre las piernas el cepillazo, ni se lanza como loco de remate a gritarle al umpire cuando la riega. Recuerden mis cuatro lectores a Galarraga cuando el umpire le quitó el juego perfecto y él sonrió como diciendo… ni pex, es humano. En ese momento Galarraga pasó de ser un gran hombre a ser un caballero.
Otra característica de un verdadero caballete es la resiliencia como una gran fortaleza que hace difícil ganarle a un equipo que no se rinde.
Y por último la autodisciplina como el compromiso de no llegar crudo a jugar el domingo y de entrenar de vez en cuando.
Estas habilidades mentales, combinadas con el talento físico y técnico, son lo que separa a los buenos deportistas de los verdaderamente extraordinarios. Es decir, separa los buenos jugadores de los caballos.
Entonces tener uno o dos caballos si es necesario en cada fuerza, aunque evidentemente la supere, no pueden tener un equipo de constelaciones porque están en un torneo que no le sirve aunque ganen y queden campeones, sería como los Guerreros vs las ligas unidas…
Tampoco puedes tener una colección de sólo maletas perdedores que son lo contrario de lo que acabo de describir: jugadores con falta de concentración, crudos, mentalmente inestables, pendencieros, malagente, malamigo, metecucharasacafrijoles, alimañas, tepocatas, ratas de dos patas, comecuandohay, berrinchudos, gritones, y ame…
¿Caballo o no?¡Esa es la cuestión!
- Un Othani en Ligas Mayores
- Un Trevor Bauer en Liga Mexicana
- Un Casillas en Plaqueros.
- Un Rudo en Bo2.. ¡¿POR QUÉ NO?!
Un solo caballo no llevará por sí solo a la final a todo el equipo.
Un caballo o dos en cada equipo, aunque destaquen de su fuerza no está nada mal. Tranquilos, no le tengan miedo, no le saquen compadres, al contrario, hay que valorar el esfuerzo de ese equipo por tener a alguien así o sentir pena por el caballete por jugar dos o tres fuerzas más por debajo de lo que podría estar jugando dos o tres fuerzas más arriba.
Pero si tienen la fortuna de tener entre tus filas a un caballo ¡APRENDA COMPADRE!
Ser un gran jugador, UN VERDADERO CABALLO y jugar en equipos más “pequeños” o no de Primera Fuerza puede ser una experiencia única y enriquecedora para todos:
Para un jugador “caballete”, competir en equipos de segunda o tercerita puede ser una oportunidad para redescubrir la pasión por el juego. Es una chance de disfrutar del beisbol sin la presión de los grandes escenarios como el ELOY o el CRESPO y a menudo puede sentirse liberador y refrescante.
En este entorno, el caballo puede verse como un mentor, compartiendo su experiencia y conocimientos con compañeros que aún estamos aprendiendo. Esto no solo ayuda al desarrollo de los demás, sino que también puede ser gratificante personalmente, al ver el impacto positivo que tiene en los jugadores emergentes.
Además, puede ser una forma de darle algo de vuelta a la comunidad beisbolera, ponerla de moda, tal fue el caso de mi amigo Rudo, tan criticado pero que chido era que todos los reflectores volvieran a nuestra querida Tercera Fuerza, especialmente si el equipo representa una localidad o un grupo con menos recursos. El caballo puede sentir un sentido de pertenencia y contribución que va más allá de lo que se experimenta en el nivel de primera fuerza en donde hasta cobra.
Sin embargo, también puede haber desafíos, como adaptarse a menores niveles de organización y entrenamiento. Pero estos desafíos pueden ser vistos como parte del encanto y la autenticidad del deporte a nivel tercerita.
En resumen, puede ser una experiencia humilde y enriquecedora, que permite al caballete conectar con las raíces de la Liga y disfrutar del juego en su forma más pura.
Para un buen caballete jugar en una fuerza o dos o tres más abajo es un desafío también pues deberá mantener el equilibrio sin ser arrogante, adaptando su mentalidad, pero sin volverse apático, compartiendo su experiencia, respetando las diferencias y valorando a sus compañeros.
Disfrutemos a nuestros caballetes, uno o dos por equipo no son muchos y sí son necesarios.
Y usted que opina. Comentarios, quejas o invitaciones a echar una chelita al Tortufón: 9511191825
Mariano Estrada
Oaxaca de Juárez Oaxaca
PD. Algún día pisaré los campos sagrados del Eloy. Algún día. Quizás en la próxima inauguración.
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