Mi querida Tercera Fuerza: "Adiós al A y al B"
San Bartolo Coyotepec, Oaxaca a 12 de Septiembre de 2024
Adiós al A y al B
El próximo domingo nos toca jugar en el anexo “A”.
Tortugas y Lobos somos muy testarudos e incapaces de suspender el juego por lluvia y ni mucho menos porque una gran máquina apareció exactamente en la lomita del pícher.
La junta inicial en el home plate para poner las reglas del equipo local serán las siguientes:
- Nos corremos unos 20 pasos más a la derecha.
- Si la pelota choca con los fierros es bola muerta.
- Si un jugador pega con los fierros es jugador muerto.
- Si un jugador le pega al tractor es responsabilidad del equipo y lo debe pagar.
- Si una pelota cae en los hoyos la bola está viva.
- Si el jugador es el que cae en el hoyo, hay que checar si está vivo y si es así la bola está viva.
- Si la pelota sale del lado de la prepa y mata a un estudiante es responsabilidad del estudiante porque los domingos no debe haber ningún chamaco ahí.
- Si del suelo sale repentinamente agua o petróleo o silicio se acaba el juego y gana el equipo que lleve más carreras.
- Como no hay lomita, la zona de strike quedará abierta al estilo Nava.
- Los trabajadores de la construcción no juegan ni deberán invadir el terreno ni para sacar sus herramientas mientras que esté la pelota en juego.
La nostalgia por el campo me invade. Es un sentimiento que muchos aficionados y jugadores compartimos, aunque no por eso nos pongamos a llorar, hacer bloqueos o huelgas de hambre.
Y que no se malinterprete amigos. Al menos yo espero disfrutar de esa gran obra y ver buenos juegos de beisbol.
Es sólo añoranza, melancolía y un cúmulo de sentimientos, de recuerdos de infancia, algunos momentos de gloria y derrotas y la simple alegría de jugar y/o entrenar.
¡Dice mi amigo Hugo López que “Lo bonita de la vida es q no es estática… es cambiante y justo eso está pasando... recuerdo los campos de la montealban y que pasó ya nadie se acuerda de ellos! Tiene razón, es todo un filósofo ese amigo Hugo.
Recuerdo que allí nos peleábamos los verdes de la 115 VS los guindas de la 14, una vez hasta llegó la patrulla y corrí hasta un agujero por un mezquite del otro extremo del campo B.
Recuerdo un partido de 3ª Fuerza, jugábamos en el B, mi amigo Gabino metió un batazo de foul contra los eucaliptos, al momento del batazo una gran rama cayó pesada tirando parte de la malla y un coche estacionado por fuera aplastándolo. Mera coincidencia pero el batazo de faul más desbastador de la historia.
Recuerdo las maltratadas gradas, los tambos llenos de cervezas del amigo Chivo y su esposa.
Ayer en el último entrenamiento me parecía todavía escuchar el resonar con los ecos de aplausos y vítores de partidos pasados.
Cada rincón del campo tiene una historia que contar: el montículo del lanzador donde se han librado batallas épicas; el home plate, testigo de innumerables carreras y decisiones cruciales; y los jardines, que han visto atrapadas espectaculares y jonrones inolvidables.
Para mí en lo personal el A y el B era un refugio, un lugar donde el tiempo se detenía y donde los problemas del mundo exterior no existían. Un lugar donde forjé amistades y gracias a Dios ningún enemigo. Un lugar donde aprendí lecciones de vida, como aquellas en donde por primera y única vez me fue a ver jugar mi santa madre y nada más Don Pancho de Mecánica San Luis no me metió a jugar: Aprendí a jugar sin porra, con porra o a pesar de la porra o que me mandaran a la porra y mandar a la porra.
Recuerdo la experimentación pura del beisbol cuando iba a ver cualquier partido, de cualquier fuerza de cualquier domingo a equipos como Universidad, Fapatux, Centro Fierrero, Triplay, Venados, Paperos, Cachorros, Focopo, Odontología, Derecho… cientos de jugadores como Roman, Toño, Che Luis, el Tripa, Kauffman, Don Pedro, Nemorio, Zamudio, Vini, Chino Ramos, Milla, Calaca, Superman, Manotas, Benja, Don Gil, Guayabito… cientos, quizás miles.
La nostalgia del A y el B no solo reside en los grandes momentos, sino también en los pequeños detalles: el sonido del aluminio al golpear la pelota, el atardecer casi ya oscuro de los juegos programados de 3ª fuerza a las 3 de la tarde, el sonido de las tablas apolilladas de las improvisadas gradas, y muchas otras cosas que solo un verdadero amante del béisbol puede entender.
Se nos va otro campo a los amateurs, nos quitaron el de Candiani, el que estaba en CU, el A y el B, todos los campitos del Carlos, y uno en el Antiguo Aeropuerto. Se nos van los campos y con ellos esos espacios dominicales que formaron parte de nuestra vida beisbolera.
Démosle paso a lo nuevo, total, ese campo ya era de todo: feria, estacionamiento, prepa y medio campo de beisbol.
MARIANO ESTRADA
Anexo A,11 de septiembre de 2024.
PD. ¿Tienes algún recuerdo especial del A y del B que te gustaría compartir?
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