Mi querida Tercera Fuerza: "Mi queja"
San Bartolo Coyotepec, Oaxaca a 11 de Noviembre de 2024
Mi Queja
Mi queja surge de una frustración. Me frustra no haber llegado a play offs y me quejo a manera inicial de desahogo porque pienso que se van al diablo muchas cosas: uniformes, inscripción, gastos, sueños, desvelos, muchas horas y horas de energías que implican formar un equipo, patrocinarlo, pagarle a uno que otro inclusive en 3ª Fuerza, dar aventones, cooperar pal cartón, pagar el ampayeo, las pelotas. Pones muchas cosas en la canasta para llegar a la otra orilla y el resultado es un rotundo fracaso fracasototote.
Me siento frustrado por no entrar a play offs pero no me quejo, quejarse es el pasatiempo de los incapaces y el refugio de los que no encuentran las causas de sus males sino en los demás.
Aunque me podría quejar de varias cosas: como de la mala praxis de algún ampáyer cuyo actuar nos afectó totalmente en la tabla, contra mi equipo porque no se puso las pilas e hizo más errores que los Yankees en la Serie Mundial, contra los equipos que ganan por argucias extra deportivas, contra la LEV que nunca me ha dejado jugar un partido en el Eloy, contra mi mala suerte, contra Trump, contra Harp Helú, contra la Sheinbaum… Y sobre todo contra mí mismo.
La queja, queridos 4 lectores, debe dar paso a la enseñanza.
Después de la queja y de la frustración debe venir el aprendizaje y pensar que ya no es hora sólo de quejarse sino de aprender de lo que se hizo y se dejó de hacer en el camino. Por ejemplo, eso de llegar hasta la última fecha y sufrir de más o depender de otros para pasar a la gran fiesta no es buen negocio, el pase a los play offs se vuelve muy frágil: si alguien llega tarde, si te toca un mal ampáyer, si pierdes por sólo una carrera o si simplemente se te cayó la bola a la hora cero como a Aaaron Judge ya te cargó el payaso.
Y no es del todo justo ni sano convertirse en un quejoso crónico porque el problema del que se queja por todo es que rápidamente entra en una especie de espiral del que es muy difícil salir y se convierte en un quejoso crónico que no aprende de lo que le pasa y le echa la culpa siempre a los demás. ¿A quién le gusta estar cerca de un quejoso crónico? El quejarse todo el tiempo sólo hace que la gente se aleje.
Frente a una situación frustrante tenemos opciones:
- Primero: Si puedo hacer algo al respecto, es decir, si puedo influenciar lo que sucede, me pongo en acción. (entrenar, correr, llegar temprano, motivar positivamente y buscar menos caballos y mejores amigos comprometidos)
- Segundo: Si no puedo hacer nada al respecto, lo acepto, y sigo adelante pero no chingo ni jodo a los demás)
- Y tercero: Dejar de quejarme y aprender a agradecer. La gratitud tiene beneficios enormes.
Ya pasó la temporada, agradezco mucho a Dios y a la vida de haber jugado una entrada más, haber conocido un amigo más, quizás un lector más, un domingo familiar más con mi esposa e hija desde las gradas del Pedrito alentándome y echándome porras.
Agradezco a los equipos contrarios, los que nos ganaron bien en el campo, a los que vencimos y nos hicieron sin querer sentirnos ganadores, agradezco a mi querida LEV este espacio, agradezco a mis 4 lectores y sobre todo agradezco a mis compañeros de equipo de esta temporada.
MARIANO ESTRADA
San Bartolo Coyotepec.
PD. A los que piensen que escribo pura mmada no me lean o elimínenme como a mi equipo o a los Yankees.
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